Ha este hombre se le unieron un puñado de amigos que le
ayudaban en la tarea y entre ellos poder ayudar a los pintores a los que nadie
hacia caso. Poco a poco se fue corriendo la voz por el reino de aquella galería
y vinieron pintores de todo el reino a exponer sus obras, constantemente
llamaban a su puerta y ellos los recibían con los brazos abiertos.
La galería funcionaba muy bien y los pintores les querían mucho, “sois los mejores, sois muy
grandes os queremos mucho”, constantemente iban a su puerta para hablar con
ellos y transmitirles su amistad.
Tanto creció la galería que estas personas ya no podían con
todo el trabajo y pidieron ayuda a los pintores para gestionarla, pero esto
siempre ponían alguna escusa para no ayudar. El trabajo a realizar era enorme y
esta gente llegó a dejar un poco de lado la vida con su familia para dedicarse
a la galería.
Pasado el tiempo tuvieron que cerrar la galería por que ya
no podían mas, ya que era tal la demanda de exposiciones que no querían dejar a
nadie fuera , pero no había más remedio ya que ellos no podían con todo y no
les parecía justo.
Los pintores se quedaron sin lugar donde exponer sus
cuadros, acudían a otras galerías pero la mayoría les pedían dinero por exponer
y ellos no lo tenían.
Los expositores quedaron en el olvido de los pintores, ya nadie acudía a su puerta para hablar con
ellos, tristemente se quedaron solos.
Estos señores seguían manteniendo su verdadera amistad a
pesar de no tener la galería, se seguían viendo, seguían charlando, comían y bebían
juntos como grades amigos.
Pasado el tiempo, mucho tiempo, un día como otro cualquiera
de esos en los que se juntaban para charlar decidieron……………………………..
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